La culpa no es del sistema porque el sistema eres tú y conócete a ti mismo (pero no tanto)
Las narrativas «históricas», «estructurales» o «sistémicas» tienden a pintar un cuadro excesivamente determinista del mundo. En realidad, los acontecimientos están marcados por la contingencia.
Muchos de quienes insisten en denunciar las desigualdades como «sistémicas» evitan considerar, con la misma meticulosidad, su propio lugar dentro de ese sistema y los papeles concretos que desempeñan en el orden social. Menos aún aplican ese escrutinio a sus pares, sus allegados o las instituciones que respaldan.
Así, vociferan contra la desigualdad «si…
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