Zuckerberg seguirá los pasos de Musk: censura, libertad y poder
¿Estamos dando carta de naturaleza a lo peor de la sociedad? ¿O lo peor de la sociedad es solo lo que vemos en X?
La reciente decisión de Mark Zuckerberg de eliminar los verificadores de contenido en Meta y adoptar un modelo inspirado en las «Notas de la Comunidad» de Elon Musk en X (anteriormente Twitter) marca un cambio estratégico en la gestión de información en las plataformas sociales.
Este enfoque descentraliza la validación de datos, apostando por un sistema de moderación colectiva donde los usuarios, en lugar de verificadores externos, proporcionan contexto y evaluaciones sobre publicaciones polémicas. Al igual que Musk, Zuckerberg parece inclinarse hacia una visión donde la moderación no es tarea de una élite, sino de la propia comunidad, con la esperanza de fomentar un entorno más participativo y menos jerárquico.
Hay quienes aducen que rebajar la censura de los verificadores abre la puerta a los discursos de odio, a la ultraderecha e incluso a los nazis. El bando contrario sostiene que no hay diferencia entre los discursos si solo uno puede publicarse.
Sea como fuere, este cambio no puede comprenderse sin considerar ciertos datos sobre el comportamiento de los usuarios en redes sociales.
La mayoría de las personas que utilizan estas plataformas lo hacen de manera ocasional y ligera. Solo un 40 % de quienes residen en zonas urbanas, tienen estudios universitarios o ganan más de 75.000 dólares anuales afirman estar «casi siempre» conectados. Este porcentaje es incluso mayor entre usuarios menores de 50 años pertenecientes a estos grupos demográficos.¹
En Estados Unidos, el 70 % de los usuarios rara vez publica contenido relacionado con temas políticos o sociales, especialmente aquellos con inclinaciones de centro-derecha, debido al temor a represalias o a ser blanco de ataques personales.²
Para la mayoría, las redes son un medio para el entretenimiento y la conexión social con amigos y familiares.³
No obstante, un pequeño grupo de usuarios, a menudo con motivaciones políticas, destaca por su actividad agresiva en estas plataformas. Estas personas tienden a ser conflictivas, buscan estatus, y tanto disfrutan ofender como se ofenden con facilidad.⁴
Twitter, antes de su adquisición por Musk, ejemplificaba este fenómeno. Aunque solo el 22 % de los estadounidenses usaban la plataforma, apenas el 6 % generaba el 97 % del contenido.⁵
Además, el debate político en Twitter estaba dominado por un subgrupo: usuarios mayores de 50 años, universitarios, demócratas, mujeres y con posiciones ideológicas extremas.⁶
Antes de Musk, el 70 % de los tuits políticos eran producidos por graduados universitarios y el 85 % por demócratas, lo que mostraba una clara inclinación ideológica.⁷
Lejos de democratizar el discurso, esta dinámica elitista contribuyó a una atmósfera polarizada y, en muchos casos, tóxica.⁸
Desde la llegada de Musk, X ha intensificado su especialización. La base de usuarios activos diarios ha disminuido un 13 %, mientras que los llamados «usuarios avanzados», responsables del 90 % del contenido, ahora representan el 72 % del tiempo total invertido en la plataforma.⁹
Zuckerberg, al incorporar un sistema similar al de las «Notas de la Comunidad», parece buscar un equilibrio: reducir la dependencia de verificadores externos mientras explora si el poder colectivo de los usuarios puede gestionar la moderación de manera eficaz. Después de todo, la mayor parte de los que invocan la paradoja de la tolerancia de Popper nunca ha leído a Popper.
Bibliografía
Mamakos, Michalis, y Eli J Finkel. "The Social Media Discourse of Engaged Partisans Is Toxic Even When Politics Are Irrelevant." PNAS Nexus 2, no. 10 (octubre 2023).
Perach, R., Joyner, L., Husbands, D., y Buchanan, T. "Why Do People Share Political Information and Misinformation Online? Developing a Bottom-Up Descriptive Framework." Social Media + Society 9, no. 3 (2023).
Petersen, Michael Bang, Mathias Osmundsen, y Asbjørn Bor. "Beyond Populism: The Psychology of Status-Seeking and Extreme Political Discontent." En The Psychology of Populism: The Tribal Challenge to Liberal Democracy, editado por Joseph P. Forgas, William D. Crano, y Klaus Fiedler, 62–80. Sin lugar de publicación: Editor no identificado, 2021.
Rasmussen, Stig H. R., Mathias Osmundsen, y Michael Bang Petersen. "Political Resources and Online Political Hostility How and Why Hostility Is More Prevalent Among the Resourceful." PsyArXiv, 2 de febrero 2022.
Vaughn, Daly, y Marc Cubrich. "Social Media Data in Assessments." En Talent Assessment: Embracing Innovation and Mitigating Risk in the Digital Age, editado por Tracy Kantrowitz, Douglas H. Reynolds, y John Scott. Nueva York: Oxford Academic, edición online, 20 de julio 2023.
¿Qué opinión te merece esta nueva política, y el hecho de reconocer lo que se ha estado haciendo todo este tiempo con el contenido de Meta, Sergio?