En contra de los juegos educativos
A nivel educativo hay muy poca evidencia de que estas actividades tengan beneficios importantes en los estudiantes. Se pueden llevar a cabo como afición u ocio, o quizá para inculcar alguna vocación.
El juego es un refugio de la monotonía.
Al igual que el sexo, el consumo de drogas y la ingesta de alcohol, el juego tiene la capacidad de anular temporalmente la conciencia de la realidad que nos rodea. Sin embargo, a diferencia de estos, no lo hace a través de la obnubilación de la conciencia, sino intensificando la concentración hasta alcanzar un nuev…
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