Debemos ponerle precio a tu vida (y a todas las cosas)
Ponerle precio a una cosa, cualquiera, no devalúa su valor. Nos permite informar del valor que le otorgamos aunque creamos que no tiene precio.
Una función de utilidad ordinal se limita a clasificar las opciones según su orden de preferencia: primera, segunda, tercera, etcétera. No dice cuánto mejor es una opción respecto a otra, solo establece una jerarquía.
En cambio, una función de utilidad cardinal va más allá, porque asigna a cada opción un número concreto en una escala común. Por ejemplo,…
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Sapienciología para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.